El filme “Desierto Verde” aborda la problemática que enfrenta la humanidad de alimentar a 9.000 millones de personas en las próximas décadas. Esto representa para la Argentina una oportunidad como país productor de alimentos y a la misma vez un riesgo, al estar instalada como metodología de producción agrícola la siembra directa, que lleva a la aplicación de más de 400 millones de litros de agrotóxicos cada año, con el daño que trae aparejado a la salud de las personas y el medio ambiente.
¿Qué pasaría si nos valemos de todas las herramientas que tenemos a nuestro alcance para sumar a la gente como una misma voz?
La producción de la película sólo podía hacer una campaña de comunicación con muy bajo presupuesto, para una película independiente, que denuncia a un gigante mundial, líder en la industria de los agrotóxicos.
En una segunda etapa la campaña se focalizó más cerradamente en el interior del país, donde la cercanía con la temática podía generar más oportunidades para promocionar la película, e incluso armar espacios de debate luego de la proyección, sumado a la interacción constante con la gente, vía redes sociales.